Adolfo,un conocido de Jesús,nos encargo esta tarta,quería sorprender a su mujer.
Nos decía que Juana Mari es una mujer estupenda,que se merece lo mejor así que pensó que una tarta fondant le gustaría mucho y seria un regalo original.
El hablaba con nosotros sin saberlo su mujer claro,y se las ingenio bien y ella no se dio cuenta de nada.
Adolfo quería algo sencillo,pero bonito y si algo tenia claro es que debía de predominar el color rojo,pues es el color preferido de ella.
La verdad es que cuando la vio se quedo sorprendido y le gusto mucho.
Nos dijo que la tarta se la llevaría en la moto,ahí Dios mio yo temía.
Llegaría viva y anda que no con too su arte,el la puso en su moto y llego perfecta.
Nos llamo Juana Mari y estaba encantada,nos felicito y eso si la tarta nadie la iba a cortar ese día.
Al día siguiente era nochebuena y ella quería ponerla en el centro de la mesa y mostrársela a sus invitados.
Gracias Adolfo por todos los piropos que nos dijiste y por confiar en nosotros.
El bizcocho era de vainilla,relleno de trufa de chocolate y almíbar de café.
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